24 mayo / 20 julio
Tiempo en línea.
Contemplar el estado de los múltiples procesos de búsqueda en torno al desarrollo de la imagen puede conducir a un entendimiento más global de los aspectos esenciales que conforman la propuesta de un autor. Si bien es un riesgo pudoroso este nivel de exposición -puesto que implica mostrar incluso lo que se quisiera ocultar- la realidad contenida favorece la extensión de la experiencia personal de quien observe con inquietud y, a la vez, atenúa las fronteras del yo, posibilitando el vital intercambio de vivencias visuales en el interés de potenciar el devenir del imaginario colectivo.
Es desde esta perspectiva que se comparte este extracto de 40 años de trayectoria, donde se ha pretendido dar forma a las reflexiones y sensaciones en torno a la intriga respecto a los sutiles estados esenciales del ser y su existencia, utilizando la voz y los recursos que proporciona el grabado en la manifestación artística.
Rafael Munita
Retratar las ficciones.
Desde un punto de vista etimológico es imposible desvincular el retrato de la persona retratada. La tradición del retrato, al menos en Occidente, ha dado la posibilidad de conocer o al menos acercarnos a la idea de cómo lucían aquellos hombres y mujeres célebres de la historia. Sin embargo, hasta qué punto los retratos que conocemos muestran realmente al retratado? Sabemos que con el fin de idealizar al modelo, el uso de cánones poco convencionales era frecuente en distintos períodos de la historia del arte. Si antes era indispensable que existiese una persona dispuesta a posar, y que tuviese el dinero para costearlo, hoy no lo es. Desde la invención de la fotografía el arte del retrato en tanto género artístico ha dejado de ser relevante al ser ineficiente en la veracidad de lo retratado, es quizás este fenómeno el que ha llevado a innumerables artistas al cuestionamiento de las posibilidades del retrato y de lo retratado.
El caso de Guisseppe Arcimboldo es un buen ejemplo de cómo un artista valiéndose de las cualidades de un retrato entra en el terreno de las ficciones. En este campo todo lo formal se vuelve subjetivo, hay un solo elemento que será la puerta de entrada a las reflexiones más profundas, los ojos.
Rafael Munita, nombre clave en el grabado chileno retrata las ficciones que rondan a su alrededor y en su interior. En la relación con la materia que establece en sus procesos creativos saca a la luz rostros que han habitado por años sus grabados. En sus imágenes, al igual que Rimbaud, cuestiona la belleza privilegiando la honestidad del trazo puro, la amplia subjetividad de los grises, las sombras expuestas de un mundo interior. En el territorio de las ficciones es donde nos acercamos a las verdades.
Equipo CasaPlan